Elegir correctamente la luz de tu cocina es tan importante como decorarla con muebles y electrodomésticos adecuados.
Para el área de trabajo de tu cocina, es considerable escoger una luz fría de unos 3700 a 4000k de esta forma iluminaremos zonas como la encimera, la vitrocerámica, lavaplatos… Con una luz fría facilitamos la comodidad a la hora de trabajar. Además, con un CRI alto, que esto es el índice de reproducción cromática que ayuda a percibir colores, nos permite ver con mas claridad el color de los alimentos con los que trabajemos.
La luz fría a los espacios de preparación de alimentos y iluminaciones calidad para las zonas de disfrute de estos.
Otra buena opción de iluminación para tu cocina es iluminar el interior de los muebles, esto no solo estilizará su imagen visual, sino que maximiza su funcionalidad en el día a día de tu cocina. Puedes fijar tiras que funcionan con pilas y se encienden a detectar un movimiento o planificar un sistema integral de iluminación.
Lo básico para tu cocina tenga una buena iluminación es contar con una luz uniforme y constante. Lo mejor es distribuir focos por el techo de tu cocina, si escoges eta opción ten en cuenta que deber tener una abertura focal mínimo de 60 grados. Os recomendamos instalar uno por cada metro cuadrado.
Para toda la iluminación te aconsejamos que apuestes por los leds. Su consumo energético es muy bajo y su vida útil es larga, hasta 60.000 horas.
Lo podrás encontrar con diferentes tipos de bombillas y casquillos y con luz tanto cálida, neutra y fría. Su encendido es instantáneo, y, además, la luz que emite los leds no tiene ni rayos ultravioletas ni rayos infrarrojos, lo que ayuda a evitar riesgos de salud. Y otra ventaja es que los leds son reciclables.